Tal y como indica el nombre de este tema y el título de la entrada, hemos trabajado y descubierto la importancia y complejidad que existe detrás del diseño curricular de la ESO, bachillerato, FP y las enseñanzas de idiomas de régimen especial (EOI) en el sistema educativo en general, y en el estudio de lenguas extranjeras en particular.
El currículum es un documento que regula los elementos (objetivos, contenidos, competencias clave, metodología, criterios de evaluación y estándares de aprendizaje) que determinan el proceso de enseñanza/aprendizaje de una materia, en nuestro caso una lengua extranjera. En su elaboración y organización participan diversos agentes educativos, cada uno de forma distinta, y forman parte de lo que se conoce como Grado de concreción curricular. Este está compuesto por tres niveles principales, y algunos estudios incluyen un cuarto como un plus del tercer nivel:
Sin embargo, de todo el contenido de la unidad, ha habido dos cosas que me han llamado especialmente la atención. La primera se trata de la reflexión sobre qué significa ser un docente competente. Hasta ese momento, solo habíamos mencionado las competencias que se deben trabajar en el aula para que el alumnado las desarrolle y las adquiera. No obstante, como futuros docentes, no nos habíamos parado a reflexionar en cómo debíamos desarrollar nuestro trabajo. Se considera que es necesario poseer tres saberes: el saber en sí, de tipo teórico, donde se demuestra un amplio conocimiento de la materia que se imparte; el saber práctico o saber hacer, relacionado con el diseño y preparación de la materia; y el saber emocional o saber ser. Me gustaría incidir en este último punto porque, posiblemente, es el más difícil y más importante, ya que considero que se trata del saber que más facilita el proceso enseñanza/aprendizaje. Con él demostramos interés por lo que hacemos y nos preocupamos de que se produzca el desarrollo integral del alumnado, siempre en colaboración con con el estudiantado y el resto del profesorado.
En segundo lugar, me gustaría destacar el complejo funcionamiento de las EOI y todos los agentes que participan en ella. Especialmente, el pilotaje de pruebas, las cuales se envían a otras CC. AA. para valorar la adecuación de las mismas al nivel en el que se quiere implementar. Se crea una red de colaboración con otras Escuelas de Idiomas de otras CC. AA. para asegurarse de que es la mejor opción para el alumnado, por lo que, en cierta medida, existe una colaboración a nivel nacional para el desarrollo de las Enseñanzas de idiomas de régimen especial.
Aunque ha habido mucho más contenido que no ha sido posible mencionar, creo que el trabajo colaborativo, debates y exposiciones han ayudado a alcanzar los conocimientos y competencias que se pretendían y se ha demostrado que, a pesar de la situación que vivimos, es posible el trabajo en equipo.
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