domingo, 29 de noviembre de 2020

2. MCER: ¿recomendable o ineficaz?

 


El Marco Común Europeo de Referencia para las Lenguas: aprendizaje, enseñanza, evaluación (MCER, o CEFR de acuerdo con sus siglas en inglés) es el resultado de un proyecto cuyo documento final fue elaborado por el Consejo de Europa. En él participaron durante más de 10 años un gran número de profesionales del ámbito de la lingüística aplicada y se sustenta, además, en numerosos proyectos, trabajos e informes realizados anteriormente y que han resultado claves para su desarrollo. Asimismo, su presentación coincidió con el Año Europeo de las Lenguas, en el 2001. El Marco pretendía eliminar las barreras que existían en el aprendizaje de lenguas provocado por los diferentes sistemas educativos que existen en los estados de la Unión Europea.


La UE tiene entre sus muchos objetivos en materia de política lingüística que exista una mayor movilidad entre naciones, que se respete la diversidad cultural, la identidad y que haya tolerancia, entendimiento y cooperación entre los diversos países. Por ello, este Marco se convierte en una herramienta más para la consecución de todos estos objetivos. 


Si bien se trata de un documento que pretende eliminar o disminuir las diferencias educativas entre países, no pretende convertirse en una herramienta de estandarización. Se persigue que el estudio de lenguas extranjeras tenga como resultado un reconocimiento mutuo de las titulaciones de todos los integrantes de la Unión Europea, pero no conlleva por ello a la dogmatización del aprendizaje de una lengua extranjera. El Marco hace preguntas que invitan a reflexionar a los profesionales, o a toda persona interesada en el estudio de una lengua extranjera, cómo es realmente ese aprendizaje y cómo puedo hacer para mejorarlo; pero en ningún momento responde a esas cuestiones. 


Actualmente en España, el aprendizaje de una lengua se realiza de acuerdo a los niveles que dicta este marco (A1, A2, B1, B2, C1 y C2) y que sí han ayudado a la movilidad entre países. Uno de los ejemplos que así lo demuestra es la solicitud del programa ERASMUS +. Cada universidad fija el nivel mínimo de conocimiento de la lengua del país donde el alumnado solicita el intercambio y este nivel se expresa de acuerdo con los parámetros del MECR. Participar todos los países de ese marco, facilita la realización de los exámenes de acreditación en cualquier momento y en cualquier lugar, teniendo siempre el mismo valor.


No obstante, uno de los elementos que posiblemente han marcado más la diferencia en la elaboración de este documento, es que se ha centrado en la acción. Es decir, no se trata de pensar en las estructuras gramaticales o expresiones que se usan en las diferentes lenguas, sino que la principal premisa para su redacción ha sido el punto común de todas ellas: la lengua como puente de comunicación.


La lengua es la herramienta con la que todas las personas, de una forma u otra, nos comunicamos y participamos en la sociedad. No es algo inmóvil que se pueda estructurar de una determinada manera, sino que existen numerosos elementos culturales y determinados sucesos que la van modificando y que provocan la incorporación de nuevas expresiones y vocabulario.


Cuando el MECR decide orientar el aprendizaje de lenguas a la acción, tiene el propósito de centrarse en cómo se desarrolla la comunicación en la vida real y las habilidades que se ponen en marcha para que esta interacción se produzca. Así, las personas encargadas de la elaboración del Marco, han concluido que durante la misma se desenvuelve, principalmente, la competencia lingüística, acompañada de otras más generales; ocurre en un determinado contexto y gira en torno a un tema que va a determinar el uso que se haga de la lengua.


Además, comprende que si todos estos elementos se trasladan a una clase de lenguas extranjeras, se pondrán en práctica a través de una serie de tareas y de actividades. No obstante, la adquisición de ese aprendizaje se produce cuando el/la estudiante pone en marcha los distintos procesos cognitivos, estrategias y conocimientos ya adquiridos. Por tanto, el aprendizaje de lenguas pasa de ser teórico para convertirse en un aprendizaje práctico útil en situaciones de la vida real.


Se puede concluir que lo que se ha hecho durante la elaboración del Marco ha sido aplicar los principios de la Escuela Nueva y abandonar la Escuela Tradicional. Esto es: el proceso de enseñanza/aprendizaje va a tener como punto de referencia situaciones reales, donde es necesario un rol activo del alumnado que coopera con el profesorado (el cual se convierte en un guía del proceso) y la práctica de la lengua extranjera se convierte en el vehículo que me permite alcanzar el aprendizaje.


No obstante, aunque el Marco sí recoge diferente metodología, explica cómo se podría variar la dificultad de una tarea y hace preguntas con respecto al rol del profesorado, alumnado, medios audiovisuales, textos, tareas, actividades y estrategias, no se decanta por una u otra. La razón: es consciente de que el proceso de enseñanza/aprendizaje debe adaptarse al alumnado y a los recursos que se tengan disponibles, entre otros elementos.


Por ello, cuando se explican los niveles en los que se ha dividido el aprendizaje de las lenguas, son conscientes de que son arbitrarios porque el aprendizaje es siempre continuo e individual, nunca es igual para dos personas. A pesar de esto, es una herramienta que, a través de las numerosas tablas donde se explican estos niveles de acuerdo con un determinado parámetro, resulta de gran utilidad para marcar objetivos, decidir el desarrollo de una clase, adaptarse al alumnado y a los recursos disponibles o hacer una evaluación. 


Es un documento que por su densidad resulta difícil trabajar con él día a día, pero ha permitido unificar criterios de aprendizaje a nivel europeo de manera integradora, transparente, coherente, flexible, abierta, fácil, dinámica y de forma no dogmática con una finalidad múltiple. Todos estos elementos que se acaban de mencionar representan los criterios que se siguieron para su elaboración y que, a mi modo de ver, se han alcanzado con creces. 


jueves, 26 de noviembre de 2020

1. Enseñanza de lenguas en el modelo educativo actual: Plurilingüismo

   La Ley Orgánica para la Mejora de la Calidad Educativa (LOMCE) sancionada en el año 2013 incide principalmente en 3 puntos: mejorar el uso y el acceso a las tecnologías de la información y la comunicación (TIC), modernización de la formación profesional (FP) y el fomento del plurilingüismo.


    En este último punto, se pretende que el alumnado tenga dominio no solo de una primera lengua extranjera, sino también de una segunda e, incluso, de una tercera. La ley defiende este último principio debido a que: “la Unión Europea fija el fomento del plurilingüismo como un objetivo irrenunciable para la construcción de un proyecto europeo”.
    
    No obstante, los objetivos que se recogen en la LOMCE y en la Unión Europea en materia de política lingüística difieren en ciertos aspectos en su planteamiento, aunque comparten la misma base. 
    
    Por una parte, la Unión Europea considera esencial el conocimiento de lenguas de otros países integrantes con el fin de promover la movilidad y el entendimiento intercultural. Esto es, ”se basa en el respeto de la diversidad lingüística de todos los Estados miembros y en la creación de un diálogo intercultural en toda la Unión”. Además, considera que el conocimiento de las lenguas aumentan las ”oportunidades de formación y de empleo”.
       
    Por otra parte, la LOMCE tan solo incide en la importancia que tiene el plurilingüismo para “favorecer la empleabilidad y las ambiciones profesionales”. Por tanto, y de acuerdo a lo que recoge la ley y la política lingüística de la Unión Europea, valoran el plurilingüismo como una herramienta para aumentar las posibilidades en la mejora de la empleabilidad. 

    Estos datos y trabajar con las distintas leyes me ha hecho pensar que realmente como sociedad, tanto europea como española, no tenemos un interés real en conocer y apreciar otras lenguas y otras culturas. El fin no es aprender, ni enriquecernos de la diversidad que nos ofrece pertenecer a la Unión Europea, sino tratar de mejorar nuestras posibilidades a nivel individual para tener más oportunidades de trabajo y generar más riqueza. 

    Por tanto, se podría afirmar que el significado de la palabra “persona”, o lo que entendemos por ella, se desdibuja y pasamos a convertirnos en productos. Estos tienen el objetivo de generar una mayor riqueza económica para un país y todas y todos participamos de ello porque supone también un beneficio personal. Es decir, no asociamos aprender una lengua con respeto y diversidad, sino con dinero y mejora de mi bienestar. 
   
    Es más, dentro de las siete competencias clave que se deben trabajar de acuerdo con la ley, no hay ninguna mención a la actividad económica; pero sí a la competencia social y cívica (CSC) y a la competencia de conciencia y expresiones culturales (CEC). Competencias que, además, se acercan más a la definición que hace el diccionario de la lengua española del término educar, a pesar de considerar el proceso como propio de la juventud y no con un carácter vital: “desarrollar o perfeccionar las facultades intelectuales y morales del niño del joven por medio de preceptos, ejercicios, ejemplos, etc.”.

    Es cierto que los objetivos de la Unión Europea en materia de política lingüística hacen referencia a las lenguas como un elemento enriquecedor para los diferentes países, como herramientas que posibilitan el entendimiento, que ayudan a alcanzar el respeto a la diversidad, pero con el ámbito económico siempre como telón de fondo. Por su parte, la LOMCE no hace ni un intento por tratar de disimularlo. Es decir, como sociedad estamos lanzando un mensaje totalmente contradictorio, donde el respeto a la diversidad que se nos inculca desde que nacemos, se basa realmente en un respeto que permita el enriquecimiento de nuestros bolsillos.
    
    Otro de los aspectos que cabe mencionar es la planificación para introducir el plurilingüismo en las aulas, el cual es inexistente. La razón: el Tribunal Constitucional consideró inconstitucional la disposición final séptima bis en la que se valoraban “las necesidades de programación de la enseñanza para el desarrollo del plurilingüismo”. Es decir, que la planificación de la interpretación que hace la ley sobre el plurilingüismo recae principalmente, una vez más, sobre el profesorado. 

    En la actualidad, centros educativos de toda España ya se denominan a sí mismos como centros plurilingües. Si bien los resultados no se deben pluralizar, los centros en los que se han implantado y que conozco no han tenido los resultados esperados. 
    
    En uno de ellos, decidieron impartir durante la etapa primaria las ciencias naturales en inglés. Durante las reuniones con las familias, aseguraron que el objetivo era mejorar los resultados obtenidos en los diferentes informes europeos y que el centro no perdiese prestigio. En la práctica, se trataba de memorizar una serie de términos en inglés relacionados con las ciencias naturales. Sin embargo, el alumnado no era capaz de relacionar los términos que aprendían en inglés con los conocimientos previos que ya tenían en ciencias naturales. Este sistema, que a día de hoy todavía no se ha modificado, provocó que el alumnado no aprendiese ni inglés ni ciencia naturales. 

    En la sociedad en la que vivimos, es comprensible que todo gire en torno a la economía debido al sistema que tenemos implantado. Con todo, es necesario no perder de vista los valores que realmente nos hacen enriquecernos como sociedad. 

    Considero, por una parte, que es necesario entender que las lenguas deben ser puentes para el enriquecimiento mutuo y no un obstáculo que puede impedir mi crecimiento económico. El conocimiento de las culturas y los idiomas deben ser más que un valor monetario y esto solo será posible cuando la educación quede en manos de los agentes educativos, es decir, los que saben de educación. 

    Por otro lado, la implantación del plurilingüismo debe llevar consigo una gran movilización de recursos que deben proporcionar el Estado primero, y las diferentes Comunidades Autónomas después. Es necesaria, además, una preparación previa de los docentes y una planificación exhaustiva consensuada; solo así se podrá evitar verdaderamente el fracaso de su implantación. 

miércoles, 18 de noviembre de 2020

Culture and exercises

It's time to practice and to learn a bit more about the UK. We are going to read some facts about the Royal Family and we will work with idioms.


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Línea Temporal


Esta va a ser nuestra nueva forma de trabajar. Vamos a tratar de colaborar entre tod@s con el objetivo de aprender con la ayuda de las TIC. Intentaremos hacer las clases más amenas y motivantes donde cualquier aportación será siempre bien recibida.

Aquí va nuestra línea temporal...¡nos vemos en las aulas!




Hecho con Padlet

lunes, 16 de noviembre de 2020

Tema 11: La evaluación en el aula de lenguas extranjeras

      E n este tema trabajamos una parte de la labor docente que, por lo general, suele resultar la menos gratificante: la evaluación . Hast...